
Política a la hora del amuerzo
En las mesas chilenas se viene un aumento en las conversaciones sobre temas políticos, nada nuevo, típico en periodos electorales entre diciembre y marzo cada cuatro años.
Si eres novato caerás en la trampa de dejar que la temperatura de tus emociones ideológicas nublen eso que hemos desarrollado como homo sapiens hace tantos miles de años que es, “El pensar”.
Si eres presa fácil de tu temperamento, quiero decir que estás más cerca de ser un animal que una persona, caerás en la pedregosa ruta de las discusiones, en donde un simple acto de convivencia con tus amistades se transforma en alternancias divagatorias de ideologías partidarias. O te unirás a un grupo de conversación con el ánimo de imponer a los demás la oferta política de tu elección. Y si sales airoso de estas batallas mediocres, seguro que vas a ir corriendo a pelear con un familiar en un almuerzo dominical ayudando así a proliferar las divisiones entre los seres que dicen amarse.
Solo usando bien lo que tenemos sobre los hombros podrás deslizarte con facilidad en las interesantes conversaciones que de seguro abundan como el agua de nuestros ríos, en torno al futuro social, económico y político, no sólo del territorio al cual pertenecemos, sino que también serás un buen invitado para conversar los temas que deben importarnos en materia internacional.
Elige en qué situación quieres participar y cuál es la conversación quieres crear.
Atento a la escucha activa, esa en donde solo respiras profundo para no intervenir, dejando todo el espacio del diálogo de un solo lado. Renueva tus argumentos a la hora de aparecer con puntos de discrepancia, y por sobre todo, respeta. Se viene momentos donde podrás conocer más a las personas que están a tu alrededor.
Intervenciones con preguntas inteligentes como; ¿Qué hace que tú seas de izquierda?, ¿Qué hace que tú seas de derecha?, ante cualquier respuesta que no te acomode respira, respira y respira. Una vez pasado el mal momento, o el buen momento, sigue con tu vida de forma normal.
Dicen que el verdadero logro en Chile no es pagar las cuentas, sino pasar agosto sin resfriarse ni quebrarse un hueso. 😂 Algunos lo celebran como si hubieran ganado la maratón de Nueva York, pero con bufanda y guatero en mano.


